miércoles, 17 de febrero de 2010

mY frienD o'peA


Corría el año 1996 cuando me decidí. Cogí un avión y me marché de vacaciones a Dublín. Yo era el único que sabía que no quería volver. Y volví, pero mucho tiempo después. Un año, no mucho, pero con dieciocho aquello era (o podía ser) todo un mundo. Encontré alojamiento en la casa de un amigo de un amigo de un amigo de alguien que estudiaba conmigo. Era un tío muy simpático, que me sacaba diez años y dos cabezas, que nunca paraba por casa y siempre iba desaliñado y con barbas, no entendía lo que decía pero me alquiló la habitación del ático por la mitad del sueldo que me daban en el trabajo que él mismo me consiguió, algo así como peón en un almacén de productos para limpieza industrial. Le dejaba el sobre sobre la mesilla de la entrada y por la mañana ya no estaba. A veces nos cruzábamos en el desayuno y siempre se mostraba dicharachero y jovial. Me regalaba bolsitas de marihuana e intentaba que le enseñara cuatro palabras en castellano. Se llamaba O'Peele, pero le gustaba que le llamara O'Pea. Él me presentó a Nathan, su primo, que apareció una mañana de domingo para desayunar. Y fue Nathan el que me presentó a Carol y Carol a Parke y Parke a Ramalamadindon. Y después un sábado nos juntamos los cinco y bebimos hasta conseguir que yo hablara inglés perfectamente y todos coincidiéramos en una idea que confiábamos olvidar a la mañana siguiente: montar un grupo de música. Pero no se nos olvidó. Lo montamos. Nathan cantaba porque era taciturno y esquivo, pero con un micrófono se transformaba en una suerte de copia paranoica de Ian Curtis. También tocaba la guitarra porque sabía tocarla y porque decía que así sí que podría decir que era el líder del grupo. Carol tocaba el bajo porque dijo que una chica en un grupo de chicos siempre tocaba el bajo y porque le gustaba que fuera tan largo. Parke tocaba la batería porque tenía una en el garaje de casa, la de su hermano mayor que estaba en la trena y no volvería a ver el sol en otro par de años. Ramalamadindon no tocaba nada ni quería hacerlo pero le convencimos de que cogiera unas maracas y una pandereta y se emocionó como un chaval. Yo tocaba la otra guitarra, pero como Carol con el bajo, Parke con la batería y Rama con sus juguetes, no sabía tocarla. Así que nos llevó tres meses acabar el curso intensivo al que nos sometieron Nathan y su padre, quien al parecer había tenido una idea parecida cuando aún no había conocido a la **** madre de Nathan. Por cierto, en esos tres meses O'Pea fue arrestado por posesión de drogas y tentiva de homicidio. Al parecer, había agarrado por el cuello a un moro de Tallaght y le había lanzado por la ventana del segundo piso de un pub. Por lo tanto, me fui de la casa de Drumcondra y Nathan me ofreció compartir su apartamento en Glasnevin. Seguí trabajando en el almacén, eso sí, a pesar de que un viernes me enrollé con la hija del jefe en los baños. No lo recuerdo muy bien, porque no volví a verla y fue todo tan rápido que no me enteré de mucho, pero creo que era aún más pálida y más escuálida que yo. El caso es que teníamos un grupo, y nos pusimos un nombre: My Friend O'Pea, a manera de homenaje no sabíamos muy bien por qué. Quizás por la marihuana gratis que echábamos de menos.
Dimos nuestro primer concierto en un tugurio cerca del local. Una especia de pub clandestino lleno de gatos donde el camarero hablaba en irlandés si es que aquello era hablar. Solo había tres personas, y solo teníamos tres canciones, y derecho a tres pintas por cabeza, así que lo llamamos nuestro tercer concierto. Por cierto, al tercer acorde se me olvidó todo lo que había aprendido sobre cómo se tocaba una guitarra.
De vez en cuando, llamaba a casa y le decía a mi madre que estaba bien.
Nuestro segundo concierto...
TO BE CONTINUED

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