jueves, 10 de junio de 2010

La verdad (te digo)


La verdad es relativa. La relatividad lo impregna todo. Quedan nueve días para mi cumpleaños. Nueve. Nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, treinta y cuatro. ¿Te lo crees? Llaman a la puerta y abres sin mirar por la mirilla. ¡Sin mirar por la mirilla no! ¡Con los tiempos que corren! ¿Quién es? ¿Es el escritor? ¿Es el personaje? Con los tiempos que corren, quien sabe. Las teorías ya no son verdades absolutas. Nunca lo fueron, pero ahora, la relatividad lo impregnant todo. Te lo digo de verdad, estoy hasta los huevos porque por más que busco no encuentro huevos del uno. ¿Sabes lo de los números?, ¿no? Tío, en los tiempos que corren deberías mirar por la mirilla. Un tío llamó a la puerta y me dijo: si pone un 3 en el código de barras, se ceban con los pollos que no veas. Si pone un dos, pues bueno, pero ve y pregúntale a las gallinas si sí o si no. Si pone un uno o un cero, entonces sí, aquello es el paraíso de las aves galliformes. Gallifantes. Éramos como dos gallinas en la media tarde, apostadas en el palo mientras el horizonte empezaba a arder sin misericordia alguna, decía Lodovico, mientras Antonio Dusi miraba por la mirilla porque acababan de llamar a la puerta. La verdad es un protocolo TCP/IP. Eso es internet, un gallinero, un gallinero relativo. La verdad te digo, como esto no cambie, va a poner huevos del uno su puta madre.

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